BOLSA Palo Santo en RAMA 100% aroma natural.
Bolsa 50 grs
Madera Sagrada o Palo Santo es un árbol que crece en Perú, Ecuador, Bolivia y algunas zonas de Brasil, puede llegar a medir hasta 18 metros de altura y desde tiempos ancestrales ha sido utilizado por los chamanes de los Andes en rituales de limpieza y purificación.
Es todo un tesoro que nos regala la naturaleza, es de la misma familia que la mirra y el incienso y es un árbol cítrico, podemos apreciar en su aroma pino, limón y menta.
Como árbol sagrado, el Palo Santo es parte importante en las sesiones de ayahuasca en la selva peruana. Se le atribuyen poderes sanadores y está demostrado que ayuda a bajar el nivel de estrés y la ansiedad y su aceite alivia dolores musculares y de cabeza… entre otros beneficios más… para quienes practican la meditación el Palo Santo puede ser un acompañante excelente. También es utilizado para purificar y limpiar energética-mente los espacios.
El estado de recolección de Palo Santo es cuando el árbol está muerto por muerte natural y ya pasaron mínimo tres años de su muerte, es en ese estado que se concentra el mejor aroma.
Se recoleta solo la parte del árbol que tenga madera, incluido pequeñas ramas, dejando la corteza y las partes dañadas sin recolectar por pudrición o insectos.
La recolección se realiza por la diferenciación del color y consistencia de palo santo, llamándose "hembras" a aquellos arboles muertos cuyo color de la madera es amarilla y su consistencia es dura y pesada. Y los "machos" son aquellos que el color de la madera es más claro y su consistencia es liviana.
Modo de Empleo:
Prender el palito y aguantar la llama unos segundos.
Posteriormente agitarlo para apagar la llama y disfrutar de su aroma beneficiándonos de todas sus propiedades.
El Palo santo es usado como incienso y no debe ser consumido a excepción de su uso como infusión.
Proceso de recogida:
Este árbol debe morir de una forma natural y al caer su tronco deberá permanecer sin recolectar mínimo 3 o 4 años. En este proceso natural de descomposición el árbol se va comprimiendo, segregando el aceite que lo impregna y adquiriendo sus propiedades medicinales y aromáticas. De hecho si cortamos un árbol de palo santo sin que se dé todo el proceso necesario no obtendremos ningún beneficio ya que todavía no ha habrá adquirido ninguna propiedad.
Al recolectar árboles de palo santo ya muertos, contribuimos a la limpieza de los bosques donde crecen, protegiendo su hábitat de una manera totalmente ecológica.